La nueva generación de políticos poblanos debería tomar ejemplo del dirigente de Convergencia, José Juan Espinosa, sobre lo que jamás se debe ser: Farsante, corrupto y manipulador. Y es que esta criatura de quien sabe quien condicionó la alianza con el PRD a que la candidata fuera la perredista Susana Wuotto. Cualquiera pensaría que se trata de un proyecto electoral competitivo para noviembre de este año.
Sin embargo, José Juan Espinosa en realidad negoció la primera posición de la planilla de regidores de Susana Woutto a cambio de apoyo de Convergencia. Espinosa se olvidó incluso de compromisos con Luis Maldonado para colocar en la primera posición a Eukid Castañón. No le importó empinarlo en aras de conservar el hueso en el próximo Cabildo por la vía plurinominal.
El futuro edil tendría, así, a su Sapo Espinosa, en alusión a Loyola que sirve de tapete hoy del alcalde Enrique Doger. Por lo pronto, fue la propio Wuotto la que alteró los planes de Espinosa, debido a que quiere imponer su propia planilla de regidores en detrimento de la alianza. Así están las cosas con este gandalla.
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