Los partidos políticos están que truenan en contra del Instituto Electoral del Estado, y no es para menos. Pero no, no crea que esto se debe a que los señores consejeros hacen mal su trabajo o porque la reforma electoral no camina y el PRI, como ya lo dije, de nueva cuenta, le vio la cara a la oposición.
No, no es por esto, los partidos políticos están enojados porque sus representantes ante el órgano central ya no recibirán los 15 mil pesos mensuales que recibían; los cuales nunca estuvieron regulados dentro de ninguna partida y eran una práctica común desde la extinta Comisión Estatal Electoral.
Ayer los integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP), Convergencia, PT y PRD, salieron a demandar que se inicie cuanto antes la discusión de la reforma electoral en Puebla, y dentro de sus demandas exigieron la renovación del Consejo General del IEE.
El enojo con los consejeros, luego de que les quitaron el pago a sus representantes es la verdadera razón detrás de esta demanda, ahora deberán ser los partidos quienes tendrán erogarán de sus prerrogativas para el pago de sus representantes, como siempre debió haber sido. En los hechos, los representantes de los partidos políticos eran simples empleados del Instituto Electoral, hágame el condenado favor.
La difícil situación económica por la que atraviesa el país y por ende las entidades federativas, las cuales sufrirán recortes importantes en sus presupuestos por, entre otras cosas, la caída de la recaudación y los precios internacionales del petróleo, obliga a todos a apretarse el cinturón. La Secretaría de Finanzas tiene programado otorgarle sólo 57 millones de pesos al IEE para sus actividades del 2009; no obstante, el órgano central exige 60 millones para su buen desempeño el próximo año.
El hecho es que los representantes de los partidos políticos se quedaron sin “chichi” para el próximo año y por eso lloran por los rincones su desgracia.
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Ricardo Morales Sánchez
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