La Quintacolumna
de Mario Alberto Mejía
quintacolumna2005@gmail.com
Los Mismos Bueyes, las Mismas Vacas. El hilo de la madeja de la corrupción del convergente Porfirio Loeza Aguilar empieza a evidenciar a varios de sus beneficiarios, que si bien hasta la fecha permanecían aparentemente impunes hoy ya empiezan a ser plenamente identificados, como es el caso de Jesús Antonio Carlos Ramírez, quien por un lado fungía como abogado asociado del despacho que perdió todos los juicios para escudarlo, y por el otro como contralor municipal designado por Loeza.Desde luego, faltaba más, esta violación no fue reportada a la Sedecap.Pero ahí no para el asunto.
de Mario Alberto Mejía
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Los Mismos Bueyes, las Mismas Vacas. El hilo de la madeja de la corrupción del convergente Porfirio Loeza Aguilar empieza a evidenciar a varios de sus beneficiarios, que si bien hasta la fecha permanecían aparentemente impunes hoy ya empiezan a ser plenamente identificados, como es el caso de Jesús Antonio Carlos Ramírez, quien por un lado fungía como abogado asociado del despacho que perdió todos los juicios para escudarlo, y por el otro como contralor municipal designado por Loeza.Desde luego, faltaba más, esta violación no fue reportada a la Sedecap.Pero ahí no para el asunto.
Otro de los beneficiarios del convergente es Jorge Luis Blancarte Morales, socio de ese mismo despacho, que si bien como ya se conoce perdió todos los juicios para cubrir a Loeza, no perdió la oportunidad de hacer un muy buen negocio a costa del erario municipal de Tlatlauquitepec, ya que a través de dicho despacho, y desde 2005, le han entregado numerosos recursos por este asunto.
Claro está que dicha situación tampoco fue reportada a la Sedecap y menos al auditor general del Órgano de Fiscalización Superior.Hay que decir que Blancarte Morales, hijo del abogado y mapache electoral Mario Blancarte, fungía como representante propietario de Convergencia ante el Instituto Electoral del Estado de Puebla, en tanto que Lombardo Carlos Ramírez, hermano del contralor municipal nombrado por Loeza, cobraba como suplente.Todos estos personajes apuntan a un “ciudadano como tú”: José Juan Espinosa Torres, dirigente de Convergencia en Puebla.
Es lamentable que por desconocimiento de todo este asunto los perredistas y los convergentes le hayan permitido a José Juan que incrustara a Jorge Luis Blancarte como representante suplente de la Coalición por el bien de Puebla, aunque se entiende que a alguien tenían que meter para proteger desde adentro la corrupción que encabeza Loeza, dado el interés de todos ellos por usufructuar los beneficios que les otorgan las arcas abiertas de Tlatlauquitepec.
A pesar de los pocos municipios que están en poder de Convergencia, no es la primera vez que cuando este partido gobierna alguno de ellos sus principales dirigentes buscan en forma voraz convertirlo en su caja chica.
¿Ejemplos?Uno solo: Teziutlán en el período 2002-2005.Dicho escándalo permanece activo, pero que no se compara con la gravedad del caso de Tlatlauquitepec y de Porfirio Loeza Aguilar.
La llegada de Convergencia a Puebla se explica cuando en pago de los favores recibidos en su campaña para la gubernatura, Melquiades Morales Flores acordó con Dante Delgado abrirle el espacio y todo lo que fuera necesario para participar en las siguientes elecciones locales del 2001, cuando Teziutlán se convirtió en la moneda de cambio.E
s posible que, como cínicamente lo divulga Espinosa Torres, Loeza pudiera ser incluido como candidato a diputado.Sin embargo, y ante la denuncia penal que lo persigue, nuestro personaje está en la cuerda floja y al parecer nada lo salvará de pasar una temporada en el infierno.Ahora se entiende porque hay varios ciudadanos que me hacen llegar este tipo de correos dedicados a José Juan:
“Con ciudadanos como Tú, jamás. “Con ciudadanos como Tú, Puebla ocuparía otra vez el primer lugar en corrupción”.
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