El diputado José Juan Espinosa Torres fue calificado como ignorante y chaquetero, luego de su intervención en tribuna el día miércoles 7 de febrero.
De la ignorancia supina a los lavaderos:
José Juan Espinosa, de Convergencia, subió a tribuna para preguntar si el Congreso del estado era o no competente para proceder contra el gobernador por el caso Cacho, independientemente de la resolución de la SCJN.
Para el consejero jurídico, el mensaje no fue claro: “No veo lógica, pero le voy a responder”.
Y entonces, comenzó a criticar al diputado, lo llamó ignorante y señaló que sus errores eran muestra de ignorancia supina.
La presidente de la mesa directiva, Claudia Hernández, no le llamó la atención al consejero jurídico y lo dejó continuar.
Espinosa comenzó a gritarle desde la curul al funcionario, llamándolo irónicamente maestro y doctor; entonces sí, la diputada priista le pidió a su compañero “respeto para Velásquez”.
Subió después a la tribuna Héctor Alonso Granados (recién integrado a Convergencia) a defender a Espinosa.
La priista Norma Sánchez, fiel a su costumbre, desde la curul comenzó a gritarle:
“Al tema, concéntrese en el tema”.
Alonso intentó acallarla recordándole que “es una dama”, pero la voz de la mujer no paró, así que le soltó: “Es usted una dama, pero debería estar en un lavadero”.
Y otra vez, la sede del Legislativo se inundó de gritos, aplausos, risas y rostros descompuestos. Sánchez subió a la tribuna para aclarar que “no es cocinera” y por un rato el consejero dejó de ser el protagonista en la sesión de ayer.Espinosa volvió a la tribuna para hablar de la “ceguera política de Velásquez: “Somos aliados del gobernador del estado... no del hombre, de la institución”.R
icardo Velásquez cerró así su comparencia en el Congreso:
“El gran pecado del gobernador Mario Marín fue hacer justicia, y lo paga caro...”
A la salida del recinto, el panista Víctor León le entregó al consejero jurídico una tarjeta en la que le escribió:
“La soberbia es mala consejera”.
Notas:
Información publicada el 8 de Febrero de 2007, en los periódicos La Jornada de Oriente / Cambio / Intolerancia / Síntesis / El Sol de Puebla.
Fotografía en la parte superior: Ricardo Velasquez / Consejero Jurídico del Gobierno del Estado.
1 comentario:
En una arena política se convirtió ayer el Congreso. Descalificaciones como “ignorante” y “mujer de lavadero” se escucharon en el recinto entre los diputados y el representante jurídico del gobierno del estado, Ricardo Velásquez Cruz.
La solemnidad de la comparecencia del funcionario que reconoció que pese al desprestigio que pudiera generarle el caso Lydia Cacho realiza la defensa por la invaluable amistad que mantiene con el mandatario y no por dinero, fue convertida por un ring en el que se subieron los legisladores del PRI y Convergencia para exhibir sus diferencias, aprovechando el escándalo desatado hace un año por la difusión de las grabaciones telefónicas.
Con la autorización de la mesa directiva, el consejero jurídico fue el primer secretario en utilizar la tribuna para dar respuesta a las preguntas de los legisladores, quienes dejaron en segundo término al contralor Víctor Manuel Sánchez Ruiz.
Con soberbia –como lo calificó la oposición- Velásquez Cruz aseguró que el tema de la escritora “Los demonios del Edén” ha sido el ataque mediático más grande en México y el mundo, pues ni siquiera la muerte de Sadam Hussein o el proceso de Augusto Pinochet ocupó tanto tiempo en los medios de comunicación.
Las fracciones parlamentarias del PAN, PRD, Convergencia, PT y Verde Ecologista centraron sus cuestionamientos en pedir detalle de la cantidad de recursos humanos, financieros, peritajes y contratación de despachos jurídicos que ha hecho la Consejería para la defensa del Ejecutivo poblano ante la PGR, Comisión Nacional de Derechos Humanos, Congreso de la Unión y Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde se le sigue un proceso a Marín Torres por la denuncia de violación a los derechos humanos que promovió la escritora tras su detención en Cancún y traslado a Puebla.
El comentario del diputado convergente, José Juan Espinosa Torres, fue lo que exaltó a Velásquez Cruz, y al dar respuesta lo llamó “ignorante” por presumir que la Suprema Corte de Justicia de la Nación está supeditada al Poder Ejecutivo, además de criticar la nota por no encontrar lógica ni claridad en su pregunta.
Al mismo tiempo, desde su curul, el ofendido gritó: “eres mentiroso, eso no dice” y de inmediato intervino la presidenta de la mesa directiva, Claudia Hernández, para exhortar a Espinosa Torres a presentar por escrito su intervención.
Un silencio hizo eco en el pleno y el recinto legislativo, que lucia semivacío pero que se llenó de curiosos – entre asistentes de los diputados y trabajadores del propio órgano- que atestiguaron los dimes y diretes entre diputados y el propio invitado que compareció.
El consejero jurídico continúo su exposición: quiero decirle, yo sé que usted no es abogado, pero cuando usted cita el personaje de un libro se nombra el libro y el autor, eso es una ignorancia supina que tendrá que aprenderlo con los años.
Al dar inicio la segunda ronda, el otro diputado de Convergencia, Héctor Alonso Granados, salió a defender a su coordinador de bancada e invitó a Ricardo Velásquez a respetar la investidura de los diputados, y señalar que “la justicia busca la felicidad del pueblo y antes que considerar la amistad tienen que hacer justicia”, en respuesta al gran sentimentalismo que mostró el consejero hacia el gobernador.
Fue entonces que la diputada priísta Norma Sánchez Valencia espetó desde su curul: ¡dedícate a preguntar! ¡nada más pregunta!.
Enseguida, Alonso Granado fustigó a la legisladora “es usted una dama, pero debería estar en un lavadero”, aunque instantáneamente reculó con una disculpa, y la mujer soltó una carcajada por el comentario.
En su turno, la legisladora argumentó que cuando el origen es espurio no se tiene calidad moral para hacer cuestionamientos y afirmó “no soy cocinera sino diputada”.
Al ring se subió de nueva cuenta su compañero de bancada José Juan, quien aplaudió el comentario del ex priísta, mientras Claudia Hernández solicitaba por segunda ocasión silencio.
El presidente de la Gran Comisión, Pericles Olivares Flores, no quiso quedar fuera de la escena y vapuleó al niño naranja “ya contrólate, ya contrólate”, sin saber que Espinosa Torres le contestaría: “mejor controla a tus diputados, contrólalos a ellos” y de fondo una voz “es que a ellos los controla Zavala”.
“Las diputadas merecemos respeto porque también a los compañeros los hemos respetado y ojalá en lo subsecuente antes de hablar de alguien se muerda un poco la lengua para evitar situaciones acaloradas, esta situación no es la adecuada para los ciudadanos que nos dieron el voto para contribuir al desarrollo y no para hacer carrillas insanas. Los valores son primero y los compromisos morales, somos aves de paso, nos queda un año”, arengó la priísta Zenorina González en defensa de Sánchez Valencia.
Para este momento, cuando aún faltaban casi dos rondas, el nerviosismo cundió en los diputados y llegaron las contestaciones. En tribuna el diputado perredista, Rodolfo Huerta Espinosa, exigió al representante jurídico del gobierno del estado respeto a la posición de un legislador frente al tema de la periodista.
Y es que Espinosa Torres había señalado que la autoridad actúa como sino nada pasara, como si las grabaciones dadas a conocer días antes del proceso electoral federal no hubieran afectado la credibilidad de Mario Marín y la procuración e impartición de justicia en el estado.
No obstante, hizo mofa de las seis especialidades, dos maestrías y el doctorado que presumió tener Ricardo Velásquez durante su comparecencia, lo que le ha permitido defender al gobernador ante las instancias judiciales y jurídicas. “Si es o no su capacidad que la academia lo reclame, o quizás premiará o sancionará sus actos”.
Incluso, el priísta Juan Antonio Martínez advirtió que “más allá del respeto, más allá de la convivencia y del fuero que tenemos, todos hemos aprendido en la vida y así nos lo han enseñado nuestros padres, que el respeto no se viene a mendingar y menos en una tribuna como es la del Congreso del estado, el respeto se gana con hechos”.
El funcionario marinista fue blanco de ataques por ensalzar su amistad con el gobernador Mario Marín Torres y apuntar que los asuntos en lo personal tienen dos precios, el primero es cobrar por el trabajo que se realiza y el segundo es sentimental. Para el caso Cacho, dijo que defiende al gobernador por amistad, sin importarle el desprestigio que le pueda causar en caso de perder el juicio.
Al ser tildado de soberbio por enorgullecerse de la publicación de seis libros, “que poco se conocen”, el consejero dijo que el pecado del gobernador Mario Marín fue haber hecho justicia y lo está pagando muy caro, sin embargo reiteró que es inocente.
Aunque se busquen tres o 50 veces, en alusión a las investigaciones de la Corte, subrayó, el gobernador saldrá bien librado porque no atentó contra las garantías individuales de la periodista que cobijada en los medios de comunicación hizo alarde de su libro, por lo que señaló que en la primera investigación las expectativas de los resultados fueron muchas porque los magistrados que indagaron eran los “non plus ultra” del tema, pero no encontraron nada porque no hay delito que perseguir, insistió una y otra vez.
Al finalizar las rondas de preguntas y respuestas y en su última oportunidad para exponer, el consejero jurídico señaló que la “situación moral tendrá grandes consecuencias” pero al final de cuentas es el derecho el que rige.
“El futuro no se construye en el pasado ni en el presente, las proyecciones o vinculación que tenemos en el futuro se forman a cada instante, y ese ejercicio republicano que me hizo venir a comparecer ante ustedes, sujetarme a algunas burlas y a situaciones de defectos en mi proceder no solamente en mi parecer como funcionario sino también en el humano, les agradezco las criticas porque nos hacen crecer más y ser más responsables, pero el futuro de Puebla está en la altura de miras que tengamos el día de hoy. Decía Machado que es mas fácil llegar a la cumbre que estar a la altura de las circunstancias, ustedes están a la altura de las circunstancias”.
En la comparencia los acompañó el titular de la Sedecap, Víctor Manuel Sánchez Ruiz, quien informó que la investigación por el delito de espionaje al Frente Cívico Poblano contra el director del Consejo de Seguridad Pública, Alejandro Fernández Soto, aún no concluye.
La Sedecap todavía puede recibir denuncias fundamentadas en contra de Fernández Soto, advirtió. En tanto, aseveró no tener indicios de actos de corrupción en la adquisición de medicamentos en la Secretaría de Salud, pues es la Secretaría de Finanzas quien revisa los procedimientos y analiza los costos beneficios de las propuestas.
Y aunque ya había concluido todo el acto protocolario, en la sesión ordinaria, la diputada Norma Sánchez Valencia dijo lamentar “una exhibición innecesaria que deja ver el dolo y lo mucho que les duele a algunos el peso de una mujer políticamente”.
“Si me referí al origen espurio políticamente de ambos los exhibe como lo que son y puedo entender que hay complejos en la vida que como seres humanos no se puede evitar (…) El hecho de que haya diferencias partidistas jamás me ha llevado a descalificarlos, y lamento que ambos hayan hecho de esto un circo. No soy quien para juzgar este tipo de educación pero sí para exigir respeto porque a esta falta de respeto hacia mi persona como mujer es evidente que es un asunto contra Norma Sánchez”.
Y confió en que el resentimiento de ambos hacia ella, que se calificó como una mujer controvertida y triunfadora que no se ha dejado de los ataques, pueda ser superado y pidió que en un futuro se centren en el reglamento interno del Congreso, pues la actitud que asumieron ante los medios de comunicación se reflejará.
“La fama es efímera y nuestros cargos son relativos, estamos a un año de terminar nuestro encargo. Les pido en el futuro que a los dos compañeros va de por medio como quisieran que trataran a sus mujeres en casas, ustedes tienen mujeres en casa, tienen madre y hermanas”.
Y así como empezó, terminó la comparecencia que fue convertida en “un circo y que los funcionarios vean el bajo nivel en el que a veces nos conducimos”, admitió Sánchez Valencia.
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